EDUARDO CONTRERAS
Si renueva el PP su mayoría absoluta, Eduardo Contreras será alcalde veinte años en Molina de Segura. Dice que vuelve a presentarse porque quiere consolidar lo que se ha conseguido «en un momento crítico, que está siendo malo unos años». Su reto es consolidar servicios y para ello mantiene al equipo que le ha dado la confianza para que él sea el número uno. Además, apela a la experiencia de sus concejales «de gran nivel» para que la apliquen en esta época difícil.
De cara a la inminente cita con las urnas, se muestra optimista, aunque precisa que no quiere pecar de prepotencia. Cree que se mantendrá la actual representación «en el arco parlamentario» o, incluso, que su partido podría ganar otro concejal y llegar a los 17. «Yo quisiera subir de concejales, pero me conformo con no bajar. Si llegamos a 17 no cambiará mucho la cosa, pero da mucho gusto», indica.
- ¿Cree que el desgaste de dieciséis años de gobierno puede predisponer al voto de castigo de algunos sectores descontentos?
- Espero que no, pero la ciudadanía es libre. Es cierto que hay gente que protesta porque no se han resuelto sus problemas. Pero el paradigma de lo que es Molina lo tuvimos el otro día con la presencia del doctor Patarroyo, que ha anunciado en Molina un descubrimiento que está esperando la medicina internacional mucho tiempo. Molina es una ciudad viva, que se mueve y que lleva adelante proyectos importantes.
- ¿Cuáles son los principales avales de su gestión?
- Primero la transparencia, abriendo el Ayuntamiento a los ciudadanos y siendo respetuoso con la oposición. Luego está la consecución de muchos proyectos y el enorme trabajo realizado. Es una garantía el apoyo casi unánime que el pueblo de Molina nos ha dado ante decisiones críticas, como la apertura del hospital o la construcción del teatro.
- Su partido habla de Molina como ciudad de prestigio
- Así es. Ahora al alcalde de Molina le dan premios, incluso ministros socialistas. Y esos premios se reciben por proyectos que se han desarrollado en Molina. También podría presumir, aunque me gusta tratar el éxito con distancia, en que algo habrá tenido que ver mi propia personalidad. Lo cierto es que ahora es más fácil que el alcalde salga por una buena noticia.
- ¿Qué recetas plantea para acabar con el drama familiar de 6.500 parados?
- Hay que ser claros: los parados no son del alcalde ni del Ayuntamiento, son de un sistema que ha mostrado sus carencias y que está regido por el Gobierno de la Nación, que ha tomado unas medidas o las ha tomado tarde. Hoy hay unos 300.000 parados más que cuando se tomaron esas medidas. Eso es lo que nos estamos jugando. Estoy de acuerdo que en las elecciones hay que evaluar la gestión del alcalde, pero no podemos olvidar que un triunfo socialista supondría un aval para el Gobierno que está llevando al país a la situación en la que está.
- ¿Qué medidas concretas propone para ayudar al pequeño y mediano comercio?
- Primero dotar de medios e infraestructuras. Yo creo que hemos demostrado que cuando una empresa se quiere instalar en Molina, hemos actuado para que el suelo esté disponible. Los pequeños empresarios se quejan muchas veces de que es difícil obtener la licencia de apertura y de acuerdo con ellos hemos hecho una ordenanza para que el Ayuntamiento vaya por dónde ellos quieren, en el sentido de agilizar los trámites.
- Entonces, ¿habrá más polígonos industriales?
- Por descontado. Hemos calificado una zona de más de 3 millones de metros, donde se ha instalado Plastimol, porque se ha podido hacer una primera fase. Los polígonos están colmatados y creo que el Ayuntamiento ha sido ágil para seguir desarrollando suelo industrial y evitar que estas empresas se marchen. No es fácil, pero cuando hay un criterio de crecimiento de una ciudad tenemos que desarrollar el suelo para que puedan instalarse unas empresas, viviendas o un teatro. Molina va a seguir creciendo.
- ¿Cómo se plantea resolver los problemas financieros del Ayuntamiento?
- Fundamentalmente, se trata de aplicar una economía de guerra, como la que ya llevamos, de absoluto control de gastos. Hemos reducido gasto en alumbrado público, telefonía... Y también hay servicios en los que hemos subido las tasas porque los usuarios han estado de acuerdo. Para equilibrar hay que subir ingresos o bajar gastos. No estoy dispuesto a subir impuestos para ingresar más, pero otra cosa es subir tarifas para unos servicios que disfrutan unos pocos. Hemos hecho algunos recortes, pero la calidad de los servicios no ha bajado. Por ejemplo, por imperativo legal tuvimos que reducir el sueldo a los funcionarios, pero ellos siguen trabajando igual porque lo han entendido.
- ¿Hacer más con menos dinero?
- Hay una manera de hacer más. Hay gente que se arma y hace organizaciones con las que puedes colaborar, como Afesmo, Astrade o Astrapace. Son asociaciones que gestionan dinero público y es una forma de hacer con el mismo dinero, más cosas. En Molina no han visto mermados sus ingresos y eso ha sido un reto personal, pero es cierto que se les ha reducido y siguen haciendo lo mismo o más. Sigo apostando por esa gente. Otro ejemplo de esa sensibilidad lo hemos dado haciendo pliegos de condiciones sociales. El Ayuntamiento es modélico al poner cláusulas sociales en los pliegos de condiciones y por ello la asociación que recoge los muebles y enseres en el municipio es Traperos de Emaús.
- ¿Su reto más ilusionante?
- Aparte de poner en marcha el centro de la muralla, que los ciudadanos tomen parten activa en las decisiones públicas, pero de verdad. No estamos en el Ayuntamiento para manipular a las asociaciones ni para que la oposición recurra a algunas que, en un momento determinado, tengan una reclamación no atendida. Eso se tiene que acabar, abriendo las puertas de la decisión política a los ciudadanos a través del Estatuto de Participación Ciudadana. Y otro gran reto es el Plan Estratégico de Inversión en Capital Humano, que contempla unas medidas importantes para la unión de los servicios públicos. El otro gran reto es la educación.El candidato socialista a la Alcaldía, Antonio Gomariz, tiene ante sí la difícil tarea de contrarrestar los amplios apoyos que recibe el PP desde hace 16 años. Es la segunda vez que encabeza la lista del PSOE -ya lo hizo en 2003- y cree que habrá movimiento en el panorama electoral al concurrir seis candidaturas. Gomariz, ocho años concejal, afirma que el PSOE está en condiciones de crecer, pero «para eso hace falta que la gente vaya a votar». Además, sostiene que el PP notará el desgaste por los conflictos ciudadanos abiertos en la localidad y por ello asegura que las encuestas no tienen en cuenta las peculiaridades del municipio. «Creo que el PP estará cerca de perder la mayoría absoluta», señala.
- Estamos hablando de darle la vuelta... - La gente, si se le habla de política municipal, se ilusiona en construir su ciudad. La gente dice que ya está bien de este alcalde y hace falta aire fresco en el Ayuntamiento. Me están sorprendiendo las relaciones con las pequeñas empresas, autónomos y comerciantes, que dan muestras de confianza porque, sienten que no han sido atendidos.
- Si gana el PSOE, ¿qué gana Molina?
- Para que gane Molina hay que poner fin a 16 años de gobierno en los que se ha demostrado que la preocupación no era el futuro ni el bienestar de la gente, sino que han situado a este municipio a la cola de muchos indicadores. Para que gane Molina tenemos que poner fin a los recortes, a la subida de impuestos, a los incumplimientos y a los conflictos que se han generado. Para ello tenemos preparado un plan de choque que incluye diez medidas de consenso, fundamentalmente económicas.
- ¿Qué ha hecho tan mal el PP?
- No se ha ocupado de preparar a Molina para la siguiente generación. Por eso ahora es una de las 150 ciudades españolas con más paro y deuda. Por ejemplo, en 2004 había empleo y riqueza, y lo que había que hacer era aprovechar ese crecimiento. Ese año se aprobó, a propuesta del PSOE, la construcción de un parque industrial y ha sido uno de los incumplimientos más sangrantes.
- Ustedes insisten en que ha habido despilfarro
- Ha habido mucho en la contratación pública. Se ha ido mucho dinero a la contratación de personal porque estamos hablando de casi 700 trabajadores, más 350 de Sercomosa. Casi se ha triplicado en los años de Gobierno del PP, como se ha triplicado la deuda y el paro. Ha habido asesores externos del Ayuntamiento que han superado el medio millón durante varios años. Con ese dinero y suelo municipal se construye un centro infantil. Y tenemos una televisión cerrada en la que se han despilfarrado 2,5 millones de euros.
-¿Cómo reduciría la deuda?
- Con un pacto por el empleo y el desarrollo sostenible, que incluye un plan de austeridad y, probablemente, haya que tomar medidas duras en el Ayuntamiento y ejecutar un plan de saneamiento porque hay que hacer frente a casi 50 millones de deuda a largo plazo. Hay que reformar los impuestos, las tasas y los precios. Y a Sercomosa hay que llevar un plan de consolidación y de viabilidad porque no puede estar haciendo equilibrios financieros día tras día.
- ¿Qué medidas concretas plantean para atraer inversión?
- Crear un parque industrial, empresarial y logístico. Molina tiene que ofrecerse para que grandes empresas tengan aquí su base logística con un nudo de comunicaciones privilegiado en el arco Mediterráneo. Y hay que poner en marcha la residencia para mayores y el proyecto de Plaza Europa porque son 21 millones de euros y 1.000 empleos. Nos comprometemos a desbloquearlo en seis meses.
- ¿Es partidario de promover nuevas infraestructuras?
-Vinculadas al empleo estable. Además de abrir el tercer centro de salud, se necesita un hospital público, una nueva escuela de idiomas y crear una marca natural de El Rellano para potenciar el turismo.
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